La comunidad indígena nahua de Santa María Ostula, en la costa del pacífico michoacano, suspendió las clases y todas sus actividades ante nuevos ataques e intentos de irrupción de presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
La Guardia Comunal (cuerpo de seguridad indígena) informó que en los últimos ocho días ha contenido al menos cuatro ataques e intentos de ingreso del CJNG, organización que ha aprovechado la falta de presencia en la zona del Ejército, la Guardia Nacional y de la Guardia Civil (Policía Estatal).
La organización criminal, según los indígenas, ha utilizado rifles antiblindaje calibre .50 y drones que utiliza para identificar rutas de acceso al poblado, así como a posibles blancos de ataque.
Los intentos de ingreso de los presuntos criminales obligaron a la comunidad a suspender las clases en tres escuelas de preescolar, primaria y secundaria. Hasta el momento el gobierno del morenista Alfredo Ramírez Bedolla no ha emitido ninguna postura al respecto.
Los indígenas precisaron que el grupo del CJNG que intenta ingresar a Ostula está compuesto por alrededor de 50 hombres armados, quienes utilizan alrededor de 10 vehículos, algunos de ellos con gruesas capas de láminas de acero que funcionan como blindaje artesanal.
Ostula se ubica en el municipio de Aquila, una de las tres municipalidades que se localizan en la costa del pacífico michoacano, cuya ubicación privilegiada es utilizada por cárteles de la droga para el tráfico de cocaína que es enviada en lanchas rápidas desde Sudamérica.
El trasiego de esta droga, según investigaciones de la Fiscalía General de la República (FGR), contempla rutas aéreas con avionetas que despegan desde Michoacán hacia la frontera con los Estados Unidos, destino final de la cocaína.
Además, los indígenas nahuas enfrentan la continua amenaza de cárteles del narcotráfico que buscan apoderarse del territorio comunal, donde existen importantes minas con mineral de hierro.
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