Bajo un cielo nublado y con el eco solemne del pase de lista, en Juárez, Chiapas, se despidió con honor al Cabo de Infantería Gustavo Antonio Jiménez Torruco, un héroe que dio su vidaee en cumplimiento de su deber tras una emboscada en Michoacán.
Sus compañeros de armas, con la mirada firme pero el corazón dolido, rindieron tributo a su valentía, recordándolo como un soldado ejemplar, cuya disciplina y entrega quedaron grabadas en la historia de las fuerzas armadas.
En su natal Juárez, familiares y amigos se aferran a los recuerdos de un hombre noble, de un hijo, hermano y compañero que siempre tuvo la convicción de servir con orgullo a su nación.
Entre lágrimas y el estruendo de las salvas de honor, su pueblo exige justicia y reconocimiento a su labor, sabiendo que su nombre jamás será olvidado.
Hoy, el Cabo Jiménez Torruco trasciende más allá de la vida, convirtiéndose en un símbolo de sacrificio y amor por México. Descanse en paz.
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