Alfredo Ramírez Bedolla, gobernador de Michoacán, hizo un llamado a evitar las especulaciones sobre las posibles causas de la explosión de un coche bomba en Coahuayana. Esto ante la difusión de rumores de que podría ser una respuesta del crimen organizado al plan de seguridad recientemente puesto en marcha en el estado.
“Será la FGR la que dé los avances, lo demás es especulación”, señaló en una rueda de prensa al ser cuestionado sobre la posibilidad de que el ataque sea una represalia contras las autoridades por el Plan Michoacán.
Recordó que en el más reciente posicionamiento de la Fiscalía General del Estado (FGE) no se mencionó esta hipótesis, por lo que de momento no hay indicios de que ese haya sido el móvil.
Por otra parte, el gobernador refirió que el domingo visitó Coahuayana para reunirse con las familias de las cinco víctimas mortales y de los siete heridos. En la reunión hubo representantes de las autoridades que investigan el caso, así como de las Fuerzas Armadas y especialistas en derechos humanos.
“Ayer se dio esta visita, estuvo ahí atendiendo a las víctimas directas, a los familiares de todos y cada uno de ellos. Tuvimos una reunión de dos horas. Asistió la Comisión Estatal de Derechos Humanos, la Comisión de Víctimas, también el subsecretario de Derechos Humanos, el fiscal, el presidente municipal, la Marina”, puntualizó.
Respecto a los avances en la investigación, la FGE informó que, tras una revisión de cámaras de videovigilancia, se determinó que el auto que explotó cerca de las instalaciones Policía Comunitaria, ingresó a Michoacán desde el estado de Colima. Actualmente, alrededor de 30 especialistas están trabajando en la zona para recolectar indicios.
Cabe recordar que el caso fue atraído por la Fiscalía General de la República, debido al uso de explosivos. Aunque inicialmente se abrió una carpeta de investigación por terrorismo, hubo una reclasificación por la que ahora se indaga por delincuencia organizada.
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