Decenas de familias realizaron una marcha desde el estadio Venustiano Carranza –desde el Acueducto-al centro histórico de la capital michoacana, para exigir la aparición de sus hijos, hermanos y padres.
Integrantes de organizaciones ‘Caminando juntos por Justicia y Hasta Encontrarlos’ dijeron que no hay información, y que las investigaciones solo son simuladas desde la guerra sucia de la década de los 70, hasta en los años más recientes.
Familiares cercanos comentaron que han recorrido todas las instancias legales nacionales e internacionales luego de la desaparición de Jesús Guzmán Jiménez y a sus hijos –de entre 15 y 19 años– Amafer, Adenauer, Solón y Venustiano Guzmán Cruz, cuyo paradero se desconoce hasta la fecha. O como también ocurrió en septiembre de 2011, cuando en Morelia desapareció Francisco Paredes, presuntamente detenido por militares.
Son al menos 300 desapariciones forzadas en Michoacán donde las víctimas fueron secuestradas por autoridades de los tres órdenes de los tres órdenes de gobierno o por la delincuencia organizada, principalmente en las dos últimas décadas.
De 2022 a 2024 los familiares reportaron cerca de ocho mil personas desaparecidas, de las cuales el 30 por ciento fueron localizadas con vida, del resto no se sabe nada, algunos partieron a Estados Unidos, otros fueron retenidos por particulares y policías en la calle; a otros los sacaron de sus domicilios, muchos salieron a trabajar, a la escuela o una fiesta y ya no regresaron, incluso muchos abandonaron su hogar por voluntad propia.
La familia Vargas Escobar busca a su hija María del Carmen, de 30 años y a su nieto de tres meses, desaparecidos desde noviembre de 2015 en el municipio de Tepalcatepec. Varios sujetos se los llevaron cuando se encontraban en su domicilio, y desde entonces no ha sabido nada de ellos, pero las autoridades no han hecho nada por localizarlos.
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